sábado, 31 de octubre de 2015

Cachi adentro 'el corazón II: Alimentar la luz

20 a 23 de octubre de 2014
(Recomiendo leer la Parte I de esta nota)
“Llorando el calor del llanto del indio
en un manantial febril, mojando el antigal,
lluvia que viene de Dios, antiguo el cansancio
y lento su andar, tiene una lanza por el cardón
y en sus espinas dejó las manos
para la sangre con otro color,
y al rayo loco dio su corazón.”
(Petrocelli, Ariel, “El Antigal”)
III Puerta de La Paya y Las Pailas.
Existen muchos yacimientos arqueológicos en todo el territorio del Departamento de Cachi; pero hay dos que me habían llamado la atención por su significatividad. Por un lado, la Puerta de La Paya en donde Ariel Petrocelli, según lo ha contado alguna vez, tomó contacto con los antigales, es decir, con cierta presencia física y espiritual de los restos de las culturas primitivas de los pobladores prehispánicos(1). No es descabellado pensar que este lugar fuera la fuente de inspiración para su recordada zamba que elegí como epígrafe de este artículo. El otro yacimiento arqueológico en Las Pailas cuyas dimensiones nos llamaron la atención en la escueta visita que hicimos al museo.
 Las imágenes pertenecen al autor
Fuimos a Puerta de La Paya por nuestra cuenta. Entramos en el pueblo, pedimos referencias y nos dijeron que el yacimiento estaba en la ruta detrás de la Iglesia. Se trata de una bella iglesia de piedra de estilo barroco que pudimos ver en la víspera cuando estábamos llegando a Cachi. Volvimos, entonces, a la ruta. Buscamos el antigal y no dimos con él. De regreso en la ciudad, en la oficina de información turística nos dijeron que era difícil de observar los restos arqueológicos sin la ayuda de un guía. No nos recomendaron ninguno. Nosotros no lo pedimos porque no sabíamos si tendríamos tiempo para volver al lugar. Pero este contraste con la actitud de  Luis en la oficina de turismo de Santa María, me contrarió... daba la sensación que no querían que accediéramos al lugar... ¿Desidia y desinterés por promocionar el sitio entre los viajeros o protección del área en relación con posibles robos y profanaciones? Vaya uno a saber... pronto se me ocurriría otra interpretación algo más turbia...
Efectivamente no nos alcanzó el tiempo para volver porque decidimos ir a  Las Pailas, donde tuvimos mejor y peor suerte. Con alguna dificultad por la ausencia de señales, pero con la ayuda de los paisanos del lugar, llegamos hasta el sitio en donde comienza el yacimiento; pero el tiempo no nos permitió recorrerlo, si nos demorábamos lo suficiente para acceder a un puesto de observación interesante, llegaríamos muy tarde a nuestra cita en Payogasta. De todas maneras, la excursión nos sirvió para recorrer el valle verde y florido en el que se asienta la localidad de Cachi Adentro. Una vista bellísima, por cierto.   
No conforme con lo que había visto, conversé con alguien que conocía bien el terreno, en la hostería del ACA. El hombre me contó algunos detalles sobre la Puerta de la Paya. Me dijo que era poco lo que se podía ver en el yacimiento, que la iglesia que está sobre la ruta no tiene más de 30 años y que fue construida con piedras tomadas de las ruinas, del mismo modo con que se usaron estos materiales para la casa de piedra que está cruzando la ruta. Me vino a la mente la memoria de las catedrales de Toledo y Sevilla que son cuadradas porque han sido elevadas sobre la planta de antiguas mezquitas... Es difícil disimular el pasado bajo estos nuevos ropajes y, aunque las cosas son lo que son, da pena que esta comunidad, la de Cachi, digo, no haya tenido capacidad para defender este hito principal de su propia historia espiritual y literaria. La próxima vez que vaya, tomaré un guía para tratar de remover esta imagen que me ha quedado.
En contraste, con todo esto me llevo la imagen dulce y amable de una joven mujer emprendedora que ha iniciado, con una amiga, su negocio de venta de artesanías de producción propia. Es guía de turismo y, en temporada, organiza excursiones nocturnas por la ciudad de Cachi.
Sabemos que en el mundo de nuestros días hay dos tendencias en pugna. Por un lado, están los que creen que todo debe ser igual, que para atraer a los turistas hay que ofrecerles torres de hormigón y vidrio y cadenas de hamburgueserías y de cafés para obesos. Por el otro, los que creen que un viajero llega a un lugar para ver lo diferente, lo propio y único de ese lugar... Cachi es bella y única, pero ya ha sido acosada por algunas insinuaciones de la primera tendencia. Lamento no haber retenido el nombre de  esta joven emprendedora que apuesta a seguir defendiendo la identidad de este lugar (su negocio estaba recién instalado y aún no tenía tarjetas comerciales para darnos). Sin embargo, retuve su imagen, su tez morena, su rostro en el que las sangres indias y españolas se manifiestan en pacífica convivencia y retuve su gesto que expresa una confianza ilimitada y que su trabajo le dará los elementos materiales y espirituales para garantizar una vida digna para ella y para sus hijos.
Cachi es un territorio que podemos llevar en el corazón...        
Notas y referencias:
(1) Leído el 18 de noviembre de 2014 en http://www.cadena3.com/post_ampliado.asp?programacion=Secci%F3n%20del%20Portal&sector=42&post=25780.

               

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