sábado, 14 de marzo de 2015

Tortas fritas de la abuela Anita

Este es un clásico de la cocina criolla. En casa formaba parte del repertorio de frituras para el domingo por la tarde. El mito rezaba que si el domingo por la tarde llovía, ese era el momento más propicio para tomar mate y hacer tortas fritas. Se trata de un plato sencillo que no lleva las complejidades de otros (estoy pensando en los pastelitos con dulce de batata o membrillo) pero que requiere un ingrediente fundamental, la grasa.
La imagen la envió Bárbara Zabala
¿Cómo eran las torta fritas que hacía doña Anita en Santa Elena? Veamos qué me contó mi amiga Bárbara Zabala cuando me mandó la receta:
Para el mate, y sin mate también, ultra calóricas! Empezabas con una y no podías parar! Para mí era toda una ciencia, ver como de un paquete de harina, mi abuela con su magia, preparaba esos disquitos tan codiciados por todos (familiares, los amigos que venían de visita, y algún vecino chusma que pasaba por ahí).”(1)
Tortas fritas
Fuente (fecha)
Recetas de la abuela Anita (1891)(2)
Ingredientes
1 Kg. de harina de trigo.
1 Kg. de grasa vacuna (creo que aquí, está el secreto de ese sabor, único).
1 taza o 2 de agua tibia.
1 cucharada de sal gruesa.
Preparación
1.- Ponía en una taza el agua tibia con 1 cucharada colmada de sal gruesa y revolvía mientras me pedía que le cebe un mate.
2.- Luego, sobre la mesada, colocaba 3/4 Kg de harina y, en el centro, ponía 4 cucharadas de grasa de vaca. De a poco agregaba el agua, y revolvía, y pisaba con un tenedor la grasa (para mezclarla más fácilmente). Así se iba formando la masa y sólo, si era necesario, agregaba un poco de agua.
3.-Cuando el bollo ya tenía cuerpo, lo amasaba, agregando pequeñísimas cantidades de harina, hasta que no se le pegara más en las manos.
4.- Mientras tanto, ponía a calentar la grasa restante a fuego lento.
5.- La masa la cortaba en cilindros de 4 o 5 cm y los estiraba en forma de círculos, hasta conseguir unas tortas finas. Les hacía un agujero en el medio y las iba reservando a un costado.
6.- Cuando la grasa que teníamos al fuego ya estaba en ebullición, echaba las tortas que freía de ambos lados, dejando más o menos 2 ó 3 minutos por cada lado.
7.- Cuando ya tenían ese color marrón clarito, las retiraba y colocaba en una fuente con papel abajo.(3) Nunca me dejaba acercarme al aceite... ¡Se agarraba cada chinche, si no hacía caso!
8.- Su toque final era espolvorearlas con un poco de azúcar. Si gustan más saladitas, se puede evitar ese toque.
Comentarios
Repito la operación que llevé adelante en las recetas de tallarines y de torrijas de doña Anita: no corrijo esta receta y dejo que Bárbara hable con su propia voz.
¡Ah, y no se olviden de escuchar la música de Ricardo Zabala y Los Chamarriteros mientras preparan las tortas fritas! 
Notas y bibliografía:
(1) 2014, 3 de marzo, de Zabala, Bárbara a Aiscurri, Mario, archivo adjunto a correo-e.
(2) Ídem.
(3) Ver explicación en los comentarios de la receta de torrijas de la abuela Anita.





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