sábado, 4 de marzo de 2017

Algo para comer en la cordillera (1826)

Los textos que se exponen a continuación fueron tomados del libro de F. B. Head que publicó Hyspamérica en cuidada edición en 1986(1). Sin embargo, a pesar del cuidado señalado, y a diferencia de otros volúmenes de la Biblioteca Argentina de Historia y Política de la mencionada editorial, éste carece de referencias sobre la edición original que se tomó para la traducción Carlos A. Aldao. Los comentarios sobre la vida y la obra de Head, los he tomado del texto de la contra tapa que también carece de referencias.
Francis Bond Head era un ingeniero militar que fue designado en 1825 como gerente para la Argentina de la Río de La Plata Mining Company, una de las dos empresas que se constituyeron para explotar las riquezas de Famatina. En 1826, cuando el proyecto naufragó, regresó a Inglaterra. Ese mismo año, publicó sus impresiones sobre la Argentina y Chile.
Algo para comer en la cordillera
“Después del río de las Vacas (hoy pertenece a la Provincia de Mendoza, Argentina), las quebradas parecen más estrechas y escarpadas, y las cimas de las montañas, que forman la cadena principal, son escabrosas, con agudos filos y picachos.
”Aquí llegamos a una gran cantidad de nieve y ripio que había sido precipitada, muy difícil de trasponer, pues a veces cedía al peso de las mulas que se recuperaban de modo sorprendente, como si estuvieran acostumbradas.
”Luego pasamos una de las casuchas de ladrillo que se han construido cada dos leguas para proteger a los viajeros contra las horribles nevazones que los asaltan y, después de proseguir nuestro camino hasta que el sol estuvo bajo, nos paramos en las segunda casucha.
”Algo distante, vimos un arria de mulas sueltas entre los peñascos, y dejando la mía en la casucha fui donde ellas se hallaban y encontré dos arrieros dormidos en el suelo.
”Me incliné sobre un sujeto gordo y le pedí algo de comer, pues habíamos perdido todas las provisiones en la ladera de las Vacas. Cuando despertó, pareció alarmarse de ver un extraño bien armado tan cerca de él; sin embargo, pronto nos entendimos, y, en pocos segundos más, el metía algún dinero en un bolsillo largo, mientras yo me encaminaba a la casucha con los brazos llenos de galletas de mar, un poco de charqui, un puñado de sal en una mano y en la otra pimienta colorada de Chile.
”Con esto nuestros hombre prepararon una buena comida, mientras yo examinaba nuestra situación. /.../.”(2)
Notas y Bibliografía: 
(1) 1986, Head, F. B., Las pampas y los Andes, Buenos Aires, Hyspamérica.
(2) Ídem, pag. 102.

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